Carlos Muskus

“CIDEIM fue quizás la institución donde empecé a conocer lo que era hacer ciencia en Colombia y donde se me dio la oportunidad de interactuar con personas de alto renombre en el mundo de la leishmaniasis, parasitología general y tuberculosis. Conocí a personajes como Sam Turco, Ken Stuart, los doctores Lawrence Ash y Thomas C. Orihel, al Dr. Donald Krogstad, Richard Reithinger, Octavio Fernández, Bruno Travi, Sabina Belli, y muchos otros más que se me escapan, pero la lista es grande.

La otra cuestión que estoy seguro marcó mucho en mi paso por CIDEIM fue ganar experiencia o aprender a redactar un manuscrito científico o una propuesta. Cuando estuve allí ponía mucha atención en la forma como la Dra. Nancy Gore Saravia escribía o planteaba un problema y como lo sustentaba. Me sorprendía su habilidad para plasmar claramente una idea o un resultado muy rápidamente en papel. Aunque creo que me he pulido un poco más en escribir, tarea que no es fácil de aprender, no hay duda de que la Dra. Saravia – quizás sin ella proponérselo y quizás sin darse cuenta – fue y ha sido mi mejor maestra en esta dura tarea de saber vender una idea o un proyecto en un papel.

CIDEIM indudablemente marcó mi vida profesional. Lo que soy profesionalmente hoy día se lo debo en gran parte a CIDEIM y a mi trabajo con la Dra. Saravia y otras personas que me colaboraron durante mi permanencia en esta institución. Allí aprendí a realizar investigación con mucho rigor científico. Definitivamente, CIDEIM marcó mucho de lo que es mi vida profesional y eso se los agradezco y lo recuerdo con mucha gratitud. Las relaciones internacionales y el prestigio de CIDEIM a nivel mundial creo que lo hace único, porque a veces no es fácil conseguir lo que se ha conseguido siendo un centro independiente, en el sentido de que no está amparado por una universidad de educación superior como tal y más en un país como Colombia, donde hacer investigación no era, ni es fácil.

Yo creo que CIDEIM es un referente obligado en Colombia, no solo en el ámbito de la leishmaniasis  – que es quizás lo que más lo identifica -,  sino en trabajos sobre resistencia microbiana y quizás trabajos en tuberculosis, etc. Ha permitido además, como en mi caso, apoyar la formación de personal altamente calificado que ha engrosado las filas de muchas instituciones, no solo en Colombia, sino en muchos países”.

“Me gustaría ver a CIDEIM más apoyado por el gobierno colombiano para que siga adelante no solo con su excelente labor investigativa, sino con esa labor social que a veces no se percibe, de seguir entregando profesionales adecuadamente formados a la sociedad colombiana y de muchos otros países”.