Rodrigo Burgos es Licenciado en Nutrición de la Universidad Nacional de Asunción, Paraguay. Trabaja como Consultor Nacional para la Organización Panamericana de la Salud OPS/OMS en la oficina de Paraguay; y como auxiliar de docencia en el programa de Licenciatura en Nutrición de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Asunción. En el año 2018 postuló para el programa internacional de becas de posgrado del TDR y resultó beneficiado para ingresar a la Maestría en Epidemiología con énfasis en Investigación de la Implementación (IR) de la Universidad de Antioquia. Esta es su experiencia:

“Me enteré de la convocatoria de becas del programa internacional de posgrado del TDR gracias a uno de mis colegas que estaba por finalizar sus estudios de doctorado en Epidemiología en Europa, quien me envió la información y además me motivó para tomar la decisión de estudiar un posgrado fuera de mi país. Mis líneas de investigación son la nutrición comunitaria y las enfermedades no transmisibles de carácter cardiovascular o relacionadas con diabetes, hipertensión y obesidad; tener el apoyo y la asesoría de mi colega durante el proceso de postulación y en la construcción de la propuesta de investigación fue fundamental, pues esto me permitió incursionar en el campo de la epidemiología e impulsar mi carrera como investigador.

Envié mi postulación en mayo de 2018 y un mes después recibí la notificación de que había sido beneficiario de la beca.  En julio de ese mismo año inicié mis estudios en la Maestría en Epidemiología con énfasis en IR de la Universidad de Antioquia, en Medellín, Colombia. Recibí mi graduación durante la pandemia por COVID-19 y tuve que sustentar mi trabajo de grado en modalidad virtual, fue una experiencia viva de lo que es la epidemiología y el papel crucial que tiene esta área del conocimiento para la salud pública.

Rodrigo Burgos Larroza. Becario TDR y egresado de la Maestría en Epidemiología con énfasis en IR, Universidad de Antioquia.

Debo confesar que esta experiencia fue un cambio, un antes y después, no solamente en mi vida académica sino a nivel personal. Una de las características a resaltar es esa formación e integración multidisciplinaria del programa, en mi cohorte teníamos farmacéuticos, microbiólogos, veterinarios, psicólogos, creo que esta diversidad da como resultado un programa académico y un ambiente de aprendizaje e investigación, por demás, excelente.

El término de implementación o investigación de la implementación era muy nuevo para mí en ese entonces. Tanto en la academia como en el campo laboral no se habla mucho de IR, o se lo aborda principalmente como ‘Knowledge transfer’ o la transferencia de conocimiento, pero IR implica mucho más. Tomar el IR-MOOC fue el primer paso para comprenderlo, al principio fue un poco difícil y retador, porque me exigió adaptar mis conocimientos desde el abordaje de enfermedades crónicas a las enfermedades infecciosas. Sin embargo, siempre le digo a mis colegas que para mí fue una oportunidad de aprender nuevas técnicas y luego adaptarlas para trabajar con las enfermedades crónicas, ya que éstas no se vigilan ni se abordan de la misma manera.

Quizás, si hubiese esperado por un programa diseñado específicamente para mi formación, habría perdido esta oportunidad de aprender una disciplina nueva y en ese sentido, estoy sumamente agradecido con el TDR y la Universidad de Antioquia. Conocer sobre IR me abrió muchísimo la mente, ver que hay otras variables que son muy importantes en el abordaje de un problema de salud en una comunidad; los datos y las estadísticas son esenciales, pero son solo una parte y basándonos únicamente en esto no solucionamos nada, muchas veces necesitamos un abordaje mixto, participativo, donde se dé el lugar a los conocimientos y a la cosmovisión de cada comunidad.

Además del IR-MOOC también tomamos el entrenamiento en Planeación y Evaluación Efectiva de Proyectos, aplicar estas técnicas con un enfoque multidisciplinar donde confluyen la epidemiología y el trabajo de campo, la planeación de proyectos y su implementación, es esencial para la gestión y la gerencia en salud pública, que es parte de mi labor como consultor nacional en la oficina de OPS/OMS en Paraguay.

Siempre hablamos de cooperación, que nadie hace ciencia e investiga solo y es fundamental crear lazos, pero también se debe fortalecerlos y mantenerlos. He buscado conservar un intercambio con mis compañeros de cohorte en la maestría, con mi tutor a quién le tengo muchísimo respeto y admiración. Hoy, Internet hace posible que acerquemos las fronteras y podamos trabajar con colegas a nivel internacional, compartir experiencias y mejorar de acuerdo con las lecciones aprendidas de otros países, es una fortaleza que debemos aprovechar.

El avance de la ciencia es decisivo para el crecimiento de un país, no hay desarrollo sin ciencia. Los países de altos ingresos han invertido en investigación, desarrollo y en la formación de recurso humano para la ciencia, esa inversión se traduce en el incremento del PIB y en el mejoramiento de la calidad de vida de la población. La mayoría de los países de la región (LAC) somos economías emergentes, en Paraguay la ciencia está limitada a espacios académicos, principalmente en las universidades, y es necesario abrir un poco más las puertas al desarrollo, buscar oportunidades de financiación, de formación y cultivar ese liderazgo en las nuevas generaciones”.