De plátanos a patacones: ¡el viaje de una asiática a Sur América! |
Por: Priyanka Shrestha, Bióloga nepalí, con énfasis en salud pública. Priyanka Shrestha es egresada de las Universidades de Asian University for Women (AUW), Chittagong, Bangladesh y London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHTM), London, United Kingdom, quien desde su cargo en la Organización Mundial de la Salud en Suiza, aplico a los programas internacionales del CIDEIM y el programa de Biología de la Universidad Icesi. "¡Muy valiente hacer eso!", exclamó una de mis compañeras cuando descubrió que había aterrizado en Colombia para hacer mi pasantía sin ningún conocimiento del idioma español. Mi entusiasmo por conocer por primera vez un país en Sudamérica, se minimizó por el hecho de que saber español era crucial para mi experiencia, especialmente al interactuar con personas fuera del trabajo. Aunque la idea de mantener conversaciones en español parecía aterradora, no imaginaba que los próximos cinco meses esta experiencia me enseñarían mucho más que sólo español. Viajé a Cali, Colombia, como Fellow internacionalde la Universidad Icesi para trabajar en el Centro Internacional de Entrenamiento e Investigaciones Médicas (CIDEIM). Sin embargo, el hecho de pasar por Icesi, no sólo me ayudó a conectarme más con mi trabajo y la gente del CIDEIM, sino que también me regaló experiencias inolvidables como: aprender un nuevo idioma, hacer amigos, tanto internacionales como colombianos, celebrar festivales y tener experiencias de culturas locales de la región andina y pacífica, probar recetas e ingredientes locales –cholados, chontaduros, arepas, empanadas, luladas– y aprender a bailar salsa y aerorumba, entre muchas cosas más. Mi estatus de joven profesional y Fellow era único. Disfruté mi tiempo conociendo y viviendo con estudiantes internacionales de diferentes partes de Europa y Estados Unidos. La bienvenida a la Oficina de Relaciones Internacionales de Icesi fue cálida y generosa y realmente me hizo sentir segura como una internacional en tierra extranjera –desde organizar mi recogida en el aeropuerto hasta tratar con las autoridades de inmigración, ¡todo estaba arreglado!–. La semana de orientación involucró varias actividades, entre las cuales disfruté inmensamente el tour del zoológico, donde descubrí la hermosa flora y fauna colombiana, y los espectaculares bailarínes de salsa. Esas actividades iniciales me motivaron a explorar más de la vegetación y la cultura de Colombia. Pero lo más importante fue que me ayudó a establecerme en la nueva ciudad y a integrarme dentro del trabajo en CIDEIM. En CIDEIM, mi trabajo se basó en el centro de Innovación Social en Salud (SIHI) para América Latina y el Caribe (LAC). Al haber trabajado anteriormente para el programa global de SIHI en TDR, Special Programme for Research & Training in Tropical Diseases en la Organización Mundial de la Salud en Ginebra, Suiza, quería aprender más sobre innovaciones comunitarias en la región de LAC, al igual que contribuir con mi conocimiento y habilidades para avanzar en las actividades y planes del Hub. Tuve la oportunidad de visitar y apoyar el estudio de caso de una de las innovaciones sociales locales en la ciudad de Barranquilla, donde el Instituto Nacional de Salud de Colombia estaba trabajando para mejorar la salud social y cognitiva de las niñas y los niños infectados por el virus Zika antes de nacer. También trabajé en actividades co-patrocinadas por la Organización Panamericana de la Salud (OP), en la facilitación de un curso práctico para fortalecer la capacidad de innovadores comunitarios en materia de salud, tanto de América Latina como de las regiones Andinas. Mi trabajo en CIDEIM amplió mi conocimiento gracias a la comprensión de otros problemas de salud pública, como el de la leishmaniasis y la tuberculosis, que afectan a las poblaciones de América Latina y también afectan y representan un problema de salud similar para los habitantes en mi país de origen, Nepal. Mi trabajo en CIDEIM se desarrolló predominantemente en inglés, sin embargo, comunicarme en español era igualmente importante para poderme involucrar con instituciones asociadas y comprender su trabajo. Si bien mis colegas de CIDEIM me ayudaron a practicar el idioma, el hecho de inscribirme en la clase de español me ayudó indudablemente a reducir la brecha en la comunicación. Tomaba clases dos días a la semana, incluyendo, de manera muy generosa, sesiones adicionales con los profesores que se prepcupaban de mis necesidades de aprendizaje de un nuevo idioma. Estas clases adicionales se desarrollaban entre charlas formales, juegos y recreaciones culturales en diferentes sectores de la ciudad, para mejorar mi comprensión del idioma y la cultura. La amabilidad de los profesores y su constante estímulo fue un incentivo que me animó a aprender español rápidamente. Empecé a dar presentaciones en clase en español básico y también hice un esfuerzo para presentarme a la gente de mi vida cotidiana, incluyendo conversaciones con los taxistas. Por otro lado, mi estancia como Fellow también ayudó a algunos de mis compañeros colombianos a mejorar sus conocimientos de inglés. Además de facilitar mi aprendizaje de aprender español, el ambiente universitario en la Universidad, me acercó a la vida estudiantil. Junto a una educación de calidad, Icesi ofrece muchas actividades recreativas y de desarrollo de habilidades como deportes, liderazgo, eventos de emprendimiento y programas culturales. Durante mi día de trabajo tuve numerosas oportunidades para aprender nuevas habilidades como: tenis, aerorumba y salsa; todas estas actividades impulsaron mi crecimiento personal y físico. Ahora bien, lo más importante es que también crecí emocionalmente a lo largo de este corto pero impactante viaje. Confinada a mi formación académica en medicina tropical y a las experiencias de trabajo en un entorno de oficina de alto nivel en Ginebra, me desprendí de la comprensión de las luchas comunitarias de la vida real y, por consiguiente, de la importancia de reconocer la voz de la personas de las poblaciones con las que trabajamos y otros desafíos intersectoriales y estructurales que perpetúan sus problemas de salud.Las interacciones con innovadores de las comunidades a través del CIDEIM y el aprendizaje de los jóvenes empresarios en la Icesi, ambos marcando una diferencia positiva en sus sociedades, me recordaron mis raíces y las dificultades similares que existen en Nepal. Gracias a esta experiencia, actualmente tengo un mayor entusiasmo para trabajar, apasionadamente, en la mejora de los problemas de salud. Tomada de: Boletín de prensa Unicesi #114
|